EN AMERICA LATINA
SOMOS CAPACITACION
La Salud en Latinoamérica
SALUD
La salud en América Latina es otra de las evidencias que marca un contraste entre muchos países de la región, aunque en general, pero con diferentes magnitudes, la mayoría mantienen la misma problemática en común, sustancialmente dada por la accesibilidad, desigualdad, segmentación y la pobreza en América latina.
Si bien en las últimas décadas se ha consolidado la política de protección social, aceptando y defendiendo el derecho inalienable de una persona a tener acceso a salud de calidad, la brecha entre muchos países de la región aún es notoria, así se confirma en la publicación de la PNUD ONU en el índice de salud, encabezado por Costa Rica (0,937), Chile y Cuba, ambos con (0,935), y Uruguay (0,902) que alcanzan niveles similares a la de países desarrollados, en comparación con países como Bolivia (0,740) y Guatemala (0,811),156 que registran el índice menor en América Latina.
Otros indicadores relevantes que ejercen influencia a la hora de evaluar algún sistema de salud, son la tasa de mortalidad de niños menores de 5 años de la PNUD ONU, destacando con bajas tasas Cuba, Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay, y con las mayores tasas de mortalidad infantil Bolivia y Guatemala, y también la esperanza de vida al nacer del mismo organismo, que refleja la expectativa de vida de la población y la Tasa de mortalidad materna.
La protección social en salud, como inalienable derecho ciudadano, e independiente de un Estado de Bienestar basado en la sociedad del trabajo, representa el modelo a alcanzar y el desafío para el conjunto de los países de la región, tanto los de ingresos bajos como altos.
Todos están enfrentados a los desafíos de la provisión de protección social en salud: los de ingresos altos en relación con el envejecimiento de sus poblaciones y un incremento de enfermedades relaciona das con los estilos de vida; los de ingresos bajos y medianos por el bajo gasto público, la escasa cobertura de los pobres y las dificultades en el acceso a los servicios y el elevado nivel de gasto de bolsillo; y en todos
SAÚDE
La salud en América Latina es otra de las evidencias que marca un contraste entre muchos países de la región, aunque en general, pero con diferentes magnitudes, la mayoría mantienen la misma problemática en común, sustancialmente dada por la accesibilidad, desigualdad, segmentación y la pobreza en América latina.
Si bien en las últimas décadas se ha consolidado la política de protección social, aceptando y defendiendo el derecho inalienable de una persona a tener acceso a salud de calidad, la brecha entre muchos países de la región aún es notoria, así se confirma en la publicación de la PNUD ONU en el índice de salud, encabezado por Costa Rica (0,937), Chile y Cuba, ambos con (0,935), y Uruguay (0,902) que alcanzan niveles similares a la de países desarrollados, en comparación con países como Bolivia (0,740) y Guatemala (0,811),156 que registran el índice menor en América Latina.
Otros indicadores relevantes que ejercen influencia a la hora de evaluar algún sistema de salud, son la tasa de mortalidad de niños menores de 5 años de la PNUD ONU, destacando con bajas tasas Cuba, Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay, y con las mayores tasas de mortalidad infantil Bolivia y Guatemala, y también la esperanza de vida al nacer del mismo organismo, que refleja la expectativa de vida de la población y la Tasa de mortalidad materna.
La protección social en salud, como inalienable derecho ciudadano, e independiente de un Estado de Bienestar basado en la sociedad del trabajo, representa el modelo a alcanzar y el desafío para el conjunto de los países de la región, tanto los de ingresos bajos como altos.
Todos están enfrentados a los desafíos de la provisión de protección social en salud: los de ingresos altos en relación con el envejecimiento de sus poblaciones y un incremento de enfermedades relaciona das con los estilos de vida; los de ingresos bajos y medianos por el bajo gasto público, la escasa cobertura de los pobres y las dificultades en el acceso a los servicios y el elevado nivel de gasto de bolsillo; y en todos